Con la llegada de la treintera, se comienzan a ver los primeros signos del envejecimiento en el cuerpo. El metabolismo se hace más lento, lo que implica que mantener el peso o perder unos kilos pueda ser una tarea casi imposible.
Para remediar esto, hay una serie de pautas que se pueden seguir, gracias a las cuales lograrás el equilibrio de tu cuerpo, sin apenas esfuerzo. Te contamos cuáles son:
Evita el “Síndrome de Mamá”
El “Síndrome de Mamá” significa que nos convertimos en consumidoras de las sobras de comida que dejan nuestros hijos, o, aún peor, que nos las saltamos, dado que estamos muy ocupadas cuidando de los pequeños y nuestras necesidades ocupan ahora un segundo lugar. Para evitar esto, lleva barritas de cereales bajas en calorías, quesitos de La Vaca que Ríe, o una barra de proteínas. Te equibrará.
Mejora tus niveles de energía.
¿Cansada por tratar de equilibrar a tus hijos, la carrera profesional y la vida social? Toma carbohidratos de alta calidad y proteínas, que tienen un efecto prolongado de energía. Trata de incorporar a tu dieta los frijoles, los garbanzos y la patata. Notarás el cambio.
Restaurar los nutrientes.
Durante el embarazo, los nutrientes almacenados se agotan. Es importante recuperarlos, ingiriendo grasas saludables como las almendras, el aceite de linaza, las aceitunas, las nueces y la mantequilla.
via tustrucos.com
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